DIARIO
De día el ascensor era imposible. Siempre lo esperaban viejos lastimados que iban a las oficinas de los departamentos. Cojeando, con brazos fijos, dolores de cadera; una peregrinación del dolor.
![]()
Después de esperar casi siempre iba por las escaleras. A veces porque si bien estaba antes, los mismos enyesados o cojos camino a enyesarse llegaban detrás mío.
Adentro, te tenías que apretar. Uno de los conserjes iba en un piso apretando botones.
Apriétalo varias veces, me dijo un conserje. Si no, no bajan. Imaginé entonces un momento de descanso, con el timbre sin sonar de abajo, que los conserjes sacaran su piso y se quedaran más de un momento allá, en el 7.
El ascensor del Hotel Prat era solo ocupado por quienes vivían allí. Tiene el botón de cada piso, pero no se detiene en el 2 y el 3. Son pisos que no existen.
De día el ascensor era imposible. Siempre lo esperaban viejos lastimados que iban a las oficinas de los departamentos. Cojeando, con brazos fijos, dolores de cadera; una peregrinación del dolor.

Después de esperar casi siempre iba por las escaleras. A veces porque si bien estaba antes, los mismos enyesados o cojos camino a enyesarse llegaban detrás mío.
Adentro, te tenías que apretar. Uno de los conserjes iba en un piso apretando botones.
Apriétalo varias veces, me dijo un conserje. Si no, no bajan. Imaginé entonces un momento de descanso, con el timbre sin sonar de abajo, que los conserjes sacaran su piso y se quedaran más de un momento allá, en el 7.
El ascensor del Hotel Prat era solo ocupado por quienes vivían allí. Tiene el botón de cada piso, pero no se detiene en el 2 y el 3. Son pisos que no existen.

METÁFORA
En el último piso había una escalera enrejada. Subí al entretecho. Cuando los cerros de Valparaíso se acaban, comienzan las construcciones hechizas y esta lo era. Un piso de madera el que tenía una altura inclinada por el techo. Una escalera que daba a la luz, a dominar el horizonte de los otros edificios. El pozo de agua y la chimenea rota.
![]()
Es la superficie de un barco abandonado, una construcción de madera. Caminando por las tejas, con el movimiento de las olas. Arriba en los cerros hay vertederos y acá se acumulaban las cosas que fueron abandonadas: sillas, mesas. Objetos cotidianos que nunca nadie vendrá a buscar.
![]()
Los bidones de cloro para hacer el aseo del hotel. El servicio de la ciudad se esconde allí.
![]()

Es la superficie de un barco abandonado, una construcción de madera. Caminando por las tejas, con el movimiento de las olas. Arriba en los cerros hay vertederos y acá se acumulaban las cosas que fueron abandonadas: sillas, mesas. Objetos cotidianos que nunca nadie vendrá a buscar.

Los bidones de cloro para hacer el aseo del hotel. El servicio de la ciudad se esconde allí.

NOVELITA
Abrí la pesada puerta y quedamos encerrados bajo la luz y la estructura tuerta que permitía mirar por un círculo los pisos emergiendo y desapareciendo. Un golpe de metal y corriente indicaba que avanzábamos, mirando las escalas vacías de las noches. Saliendo a pisos al azar y caer en las escaleras. La máquina daba un golpe eléctrico en el entretecho.
Allá subió Álvaro cuando la ciudad ardía. Rompió la fuente de agua sobre el edificio.
Allá subió Álvaro cuando la ciudad ardía. Rompió la fuente de agua sobre el edificio.
